Se cumplió la tradición entre Gavà y Dénia, y no hubo goles. El conjunto valenciano se mostró como un conjunto reservón, que jugó en todo momento a verlas venir, dejando como único incordio a sus dos delanteros, Vinuesa y Manolo Bueno; quienes ofrecieron un espectáculo variado de caídas y quejidos, pero muy poco fútbol.
A la táctica contemplativa de Nino Lema, esperando el fallo del rival, ayudó la expulsión de Manolo Bueno (merecida, pero que pocos árbitros hubieran ejecutado) al filo del descanso, dejando al Dénia con una única ambición en el segundo tiempo, perder tiempo; cosa que logró con creces (clara muestra de ello fueron los 4 minutos de descuento, en los el balón apenas estuvo en juego 30 segundos).
Capítulo aparte el de Manolo Bueno, que demostró tener un juego tan tosco como su educación. Tras ser expulsado se dedicó a amenazar e insultar en repetidas ocasiones al público, negándose a entrar en el túnel de vestuarios, con conato de subirse a la grada incluido.
Pese a encontrarse con un contrincante que ofreció tan poco, el Gavà no fue capaz de perforar la portería contraria. De hecho, fue el Dénia quien a punto estuvo de inaugurar el marcador, primero aprovechando un defectuoso rechace de Javi González que Vinuesa estrelló en el palo, y luego en una jugada de potencia del mismo Vinuesa, que escorado pero solo ante Marcos, no supo resolver. El Gavà por su parte gozó de una inmejorable ocasión en los pies de Céspedes, que no supo resolver dentro del área cuando lo más sencillo parecía el gol, atajando su disparo el guardameta del Dénia.
Volvió a lucirse el portero visitante, Iván Vidal, en un chut de Javi González que entraba por la escuadra en la última acción del primer tiempo; y repetiría en diversas ocasiones en la segunda parte, con un Gavà que se volcó sin suerte. Caperucho y Socías de cabeza, Céspedes chutando desviado desde la frontal, Alfred de tijera... parecía que el gol tenía que acabar llegando, pero no fue así. El Dénia por su parte apenas inquietó en una ocasión a Marcos a pies de Gerika, pero que con el Gavà tan dedicado a tareas ofensivas, podía haber sido fatal.
Quizá éste sea uno de esos partidos que de no mediar las urgencias que asolan al Gavà hubiera acabado con triunfo, pero la presión que tienen los jugadores pesa más que las ganas que ponen. Y eso que dejando al margen el resultado hubo más luces que sombras, como la mejoría en el rendimiento de Alfred, menos blando que de costumbre, la insistencia de Marc Pérez, que fue el hombre más incisivo, el esperanzador debut en casa de Serramitja, y el enorme criterio que José Alberto imprime en todas sus jugadas pese a contar únicamente con 17 años.
El margen de mejora es grande, la mayoría de jugadores debuta en 2ªB y hay jugadores vitales lesionados, pero el tiempo para arrancar se acaba.
Gavà : Marcos, Rulo, Socías, Alfred, Javi González, Patri (Serramitja 58'), Céspedes, José Alberto, Manteca (Sanou 74'), Eric, Marc Pérez.
Dénia : Iván Vidal, Aceitón, Mendoza, César Remón (Juan Carlos 56'), Tortosa, Jorge (Gerika 56'), Antonio, Dani Fernández (Carlos 89'), Borja, Manolo Bueno, Vinuesa.
El próximo miércoles a las 20:30 será momento de desconectar y dar minutos a suplentes y jóvenes de la cantera, en la ida de la final de la Copa Federación Catalana que se jugará en el Camp d'Esports de Lleida ante el equipo local.