La Asamblea Extraordinaria de Socios del CF Gavà celebrada
ayer trajo consigo el adiós de Vicenç Giménez, que no estaba presente a causa
de una pequeña y leve intervención quirúrgica , y el nombramiento de Iván
Carrillo Marcos como el 35º presidente del CF Gavà.
Carrillo, el segundo por la izquierda, junto a los ya "dimitidos" Samuel Revelles y Antonio González. Foto: Isaac Fandos |
En una sala de reuniones de La Bòbila que cada vez se hace
más pequeña (impensable hace 3-4 años, cuando apenas asistían una decena de
socios), se resolvió con rapidez el orden del día, haciendo lectura y aprobando
el acta de la anterior asamblea, explicando la ruptura del acuerdo con el
Mercantil, y dando cuenta de las entradas y salidas que se han producido en la
junta directiva desde la última asamblea hasta ahora, en un proceso que se
intuye poco acorde a los estatutos, pero que seguradamente dada la precariedad
de la situación obtuvo la aprobación de la mayoría de socios.
Así lucía la sala polivalente de La Bòbila. Foto: El Marcador |
La nueva composición de la junta, en la que nos pareció
entender en la rápida lectura de los nombres que apenas se mantienen un par de integrantes (como vocales), obtuvo más
de una treintena de votos favorables, 5 abstenciones, y ningún voto en contra
(aunque en twitter sí se ha leído ya alguna voz discordante).
Por demanda de los asistentes y antes de la votación, Iván
Carrillo se presentó como un gavanense más, desechó la palabra inversor (“invertir
en qué?”) y se declaró al servicio de la voluntad de los socios. Sólo prometió trabajo
y muchas reuniones, comprometiéndose a que la plantilla y el cuerpo técnico cobren
la semana próxima con un dinero que saldrá del bolsillo de los nuevos
directivos, y a volver a reunir a los socios en julio ya con un presupuesto cerrado
para la próxima temporada (que estimaba estaría sobre los 90.000 €).
Anunció también que ya tiene un sponsor apalabrado, y que se
reunirá con todos los acreedores para intentar negociar la deuda del club, apartado
en el que salió a relucir un penúltimo regalo de la época Maniega, un
reconocimiento de deuda de 100.000 € firmado a la empresa Huno. Carrillo sin
embargo se mostró partidario de no hablar más del pasado.
En las intervenciones de socios hubo quién se manifestó
favorable a un concurso de acreedores, con la consecuente disolución del club,
y a empezar de cero. Es innegable que dada la situación la disolución no es una
opción descabellada, aunque entiendo que poco deseable (consideraciones éticas
al margen), ya que a raiz del cambio introducido en la ley de la RFEF en vigor
desde el 1 de julio de 2013 se impide la refundación de un club con símbolos
similares a los de un club desaparecido con deudas. Por arrojar algo de luz:
Es decir, si la federación determina que un nuevo club
intenta imitar o ser heredero o de otro desaparecido, éste deberá asumir las deudas
del club disuelto. Y si la Federación así lo considera, Hacienda y Seguridad Social
tienen garantizado el argumento para considerar al nuevo club continuador de la
actividad del desaparecido y por consiguiente cargarle también las deudas
pendientes de pago con la administración. Todo esto hace que desde 2013 no se haya podido producir ningún
caso de “refundación” en el fútbol español, hasta entonces algo bastante usual
con cambios mínimos en el nombre (como la “US” Figueres, Lleida “Esportiu”,
etc) y mantenimiento del resto de símbolos (colores, escudo, etc).
Entre los ruegos y preguntas se requirió una mejor explicación de la
trayectoria ligada a la gestión deportiva de Iván Carrillo, que explicó que
había presentado una moción de censura a Joan Gaspart en 2002 como presidente
de Alternativa Blaugrana (una moción que no prosperó, y que dio mucho que
hablar), que había colaborado años atrás con las directivas de Sant Andreu,
Castelldefels, y últimamente con lo Agrupación de Veteranos del FC Barcelona.
Uno de los temas estrella en los turnos de palabra fue el
del futbol base, en el que hubo petición de restablecer puentes con la EF Gavà
o un acercamiento al Sporting Gavà. También habló el expresidente Josep Tintoré
(hijo del también expresidente Magí Tintoré), que mostró su alegría porque haya
gente que siga luchando por el club. Ante la proximidad del centenario (al que
hizo referencia Carrillo en diversas ocasiones) el señor Tintoré reveló que él
fue precisamente el encargado de organizar la celebración de las Bodas de oro
en 1972, celebrándose un partido frente al FC Barcelona (que se impuso por 0-8)
cuya recaudación sirvió para pagar algo a una plantilla formada por jugadores
de Gavà que no cobraban (y que no pudieron evitar el descenso a 1ªRegional). [Si
el tiempo me lo permite, le dedicaremos un artículo a dicha celebración en el
blog].
Para concluir hubo también desde los asistentes un
reconocimiento para todos aquellos (dimitieran antes o después) que en
septiembre tomaron las riendas del club y que como buenamente han podido, a pesar
de las numerosas piedras desconcertantes y surrealistas que han encontrado en
el camino, han permitido que siguiera respirando hasta hoy. Reconocimiento y
agradecimiento al que me sumo.
Para conocer más sobre el futuro proyecto deportivo, aquello
de lo que realmente nos gustaría hablar si no fuera porque lo realmente importante,
la supervivencia del club, a menudo nos lo relega a un segundo plano, habrá que
esperar a futuras asambleas. De momento pocas pistas. Ayer Carrillo descargó de
la responsabilidad absoluta en el descenso a los numerosos cuerpos técnicos y
plantillas que han desfilado por La Bòbila este año (el capitán Marcos estaba
presente en la sala, por cierto), por lo que no es descartable continuidades (o
incluso algún regreso). Sobre la calidad de la futura plantilla Carrillo sólo quiso
aclarar que “el mejor vino no es el más caro”.
A partir de ahora Carrillo deberá seguir el camino que se
marcó ayer en la asamblea para sacar adelante una
situación más que complicada. Le deseamos toda la suerte del mundo en este
cometido, pues será la nuestra.
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