La sala polivalente de La Bòbila fue ayer el escenario de la Asamblea General Ordinaria de Socios del CF Gavà en un dia y a una hora bastante inhabitual por estos lares, lo que quizá repercutió en la presencia de socios, que cifraremos en una veintena. Los asistentes recibieron además del dossier habitual con el detalle de las cifras del ejercicio pasado y del presupuesto del presente, un par de obsequios: una mochila y una taza serigrafiadas con el escudo del CF Gavà.
No hubo demasiadas novedades reseñables. El déficit resultante de la temporada pasada queda enjugado por una aportación del presidente -cosa que tristemente viene repitiéndose desde hace casi un siglo-, y se presentó el presupuesto de la temporada actual, el cuál queda cubierto en un poco más de la mitad (entendemos que mediante las equipaciones, etc) por la Escola F.Gavà, de quién Iván Carrillo dijo que es la mejor escuela de futbol de Catalunya, apostillando que para Ramón López Adán sólo podía tener palabras de gratitud. Hubo exposición de números, pero no se sometieron a aprobación de la asamblea.
Sobre la deuda se planteó una posibilidad que dada mi experiencia laboral con las administraciones públicas considero utópica, pero vaya, si sonase la flauta miel sobre hojuelas. El plato "fuerte" fue el anuncio de la intención de constituir una fundación bajo el gobierno de la asamblea de socios para que se pudiese optar a una serie de cosas -concesiones, subvenciones- a las que el club tiene imposible acceso, aunque se remitió a una futura asamblea extraordinaria para tratar el tema. En puridad no es una novedad del todo, pues hace 4 años, en las elecciones de 2019, ya venía incluída en el punto 2 de su programa electoral. Yendo más allá, si los más veteranos revisáis vuestros carnets de socio de la temporada 2001-02 y 2002-03 veréis que el nombre que aparece es "Fundació Privada Futbol Club Gavà". Cuál fue la casuística que llevó a crear aquella fundación, o cuál fue su destino, lo desconocemos.
En lo deportivo el presidente dio su versión del desaguisado del año pasado, y para el futuro se tiró de optimismo, asegurando que el proyecto deportivo que guía la Escola es fuerte, y que podíamos optar a volver a 3ªDivisión en 5 años. Estas cosas van con el talante de cada uno y la teoría de las profecías autocumplidas hay a quién le funciona, pero aquí en el blog somos más de no generar expectativas a tan largo plazo para luego evitar decepciones -véase la temporada pasada-. Sí coincidimos en el objetivo más a corto plazo expresado por Carrillo: que éste sea un año sin sobresaltos.
En los ruegos y preguntas varias cuestiones de socios acerca del funcionamiento de una fundación -en este tema en el blog también estamos peces-; Santos -padre- pidió algún tipo de acuerdo con el resto de clubes de 2ªCatalana para cobrar entrada (complicado ya que ningún club cobra... y porque sin lonas el futbol se ve desde fuera del estadio tranquilamente); Josep Panyella pidió que la unión con la EF Gavà esta vez sea fuerte y duradera, y sacó a colación el tema de la "permuta" y contraprestaciones del campo del American Lake por los terrenos de Can Tintorer; mientras que Isidre Margarit incidió en que no se ha hecho ningún acto por el centenario, recogiéndose el guante desde la mesa presidencial -donde se sentaba Carrillo y el asistente jurídico Luis Sado-, planteando una posible cena o comida de socios y autoridades locales en el establecimiento colaborador Mar de Pins.
Como "cotilleo" Carrillo dio los motivos que a su juicio hicieron desistir al Cornellà de jugar en La Bòbila, y señaló que ojo con el Andorra de Piqué, que también podría estar interesado en trasladarse a Gavà.
Concluida la asamblea, que duró aproximadamente hora y media, los presentes se dirigieron hacia Can Torelló, pero antes quisimos echarle un ojo al estado actual de La Bòbila, cuyo césped parece algo recuperado en algunas zonas, y con mucho trabajo por delante en otras.
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