Gavà 1 - 1 Vilafranca

Dos "Gavàs" totalmente distintos saltaron hoy al césped de la Bóbila (con nueva indumentaria, por cierto), el primero desesperó a propios y extraños, el segundo dejó un buen -aunque insuficiente- sabor de boca. El Vilafranca tuvo siempre muy claro a qué jugaba -o a qué no jugaba- y rentabilizó al máximo su estilo futbolístico, obturando en la primera parte todas las salidas que el Gavà intentaba construir, y aprovechando al máximo todo balón perdido o suelto en el medio campo.

Desde el inicio los locales querían la pelota, pero eran incapaces de avanzar más allá del círculo central, concentrando la posesión entre los centrales y el mediocentro gavanense. El Vilafranca ni tuvo la pelota ni la quiso, pero el peligro siempre lo pusieron sus delanteros, en especial Puchi, hijo del peculiar entrenador visitante. Cada balón robado acaba en un chut lejano o una situación comprometida para el Gavà, y tanto se repitieron los mismos errores que el Vilafranca lo acabó aprovechando. Un balón perdido en mediocampo, y una desahogada conducción de Alabau la materializaba él mismo con un trallazo desde fuera del área ante el que nada pudo hacer la estirada de Pastor. El golazo del jugador visitante lo dejó tocado, ya que instantes después tuvo que ser sustituido. El descanso estaba cerca, y no fue hasta el 44' cuando Cervantes puso a prueba al meta visitante por primera vez en el partido.

Albert Poch movió ficha en el descanso, y retiró a Ezquerra (entre algodones durante la semana) pasando a jugar con defensa de tres, con Boira como carrilero, e incorporando al aún juvenil José Alberto, que mientras que le duró la gasolina fue el auténtico motor del equipo, dotándolo de toda la profundidad y clarividencia que había faltado. El gol llegaría tras un saque de esquina botado en corto por Rulo que José Alberto envió a la cabeza de Dani Iglesias para que el central de Gavà se convirtiera en el primer goleador de la temporada.

El gol insufló nuevos aires a los locales, mientras que el Vilafranca parecía acusar el cansancio y veía como se le anulaba un gol por claro fuera de juego. La entrada de Lerín dio un nuevo giro de tuerca al dominio blaugrana, y el ataque parecía funcionar por fin. Dos internadas del gavanense acabaron con sendos chuts que se perdieron junto al poste derecho de la portería defendida por Saperas, Santi Triguero enviaba desviado una perfecta asistencia de José Alberto y un centro de Rulo lo envió alto Cervantes. Las fuerzas flaqueaban en ambos bandos, y la intensidad de juego fue decayendo. El Vilafranca perdía tiempo y lo intentaba con el bullicioso Molina, siempre polémico en sus visitas a la Bóbila, y el Gavà tenía dos ocasiones claras con el partido ya en las postrimerías. Primero Rulo impactó de forma defectuosa en la frontal, y en el descuento un saque de esquina fue rematado inocentemente a las manos de Saperas.

Difícil extraer conclusiones a estas alturas de la temporada en un partido tan dispar, en el que el Gavà fue capaz de lo mejor y de lo peor. Si hay que elegir nos quedamos con la cara ofrecida en la segunda parte, con muchas cosas que pulir, pero con motivos también para sentirse optimista.

Gavà: Pastor, Juan Carlos, Dani Iglesias, Vivó, Ezquerra (José Alberto 45'), Aitor Unzué (Lerín 69'), Rulo, Boira, Pere (Caperucho 76'), Cervantes, Santi Triguero.

Vilafranca: Saperas, Moya, David, Rubén Ortiz, Alberto Bacaicoa, Aleix, Puchi, Eitán, Alabau (Rubén Sánchez 41'),  Pere Roca (Elvis Coca 63'), Valerio (Molina 61').

Goles: 0-1 Alabau (37'), 1-1 Dani Iglesias (57').