viernes, 20 de abril de 2018

El blog cumple 10 años


Hoy se cumplen 10 años desde la inauguración de este blog. Muchas cosas han cambiado desde entonces a todos los niveles, y por supuesto a nivel del club, entonces escribiendo las mejores páginas de su historia y ahora al borde de la desaparición. Fue un inicio modesto, con un par de entradas, la primera una pequeña crónica de apenas cuatro párrafos sobre un Gavà 3-0 Sabadell que acercaba a los azulgranas a la promoción de ascenso a 2ªA que efectivamente acabaría disputando, y una segunda sobre el ascenso del juvenil a Preferente. Y es que pese al desolador panorama que presenta el club en ese aspecto en los últimos cuatro años, en este blog siempre hemos sido muy del pueblo y de la cantera.

Conmemoramos (porque para celebrar no está el patio) esta década de interrumpida continuidad con una entrada que aúna un poco de cada, repasando en estos tiempos lo que podría ser un Gavà formado por jugadores del pueblo, una filosofía con la que seguramente no hubiéramos llegado al punto en el que estamos hoy. Bueno, diremos del pueblo y alrededores, porque ante la imposibilidad de nacer en Gavà (exceptuando un parto natural de aquellos del Discovery Channel), es complicado determinar si vivir/hacer vida en Gavà es suficiente en un terreno abonado a la controversia.

Si me preguntáis “qué pone en tu DNI?” os tendría que responder que dice que nací en Barcelona y que (ahora) vivo en Viladecans (pese a que desde el balcón sólo se vea Gavà), y francamente, veo difícil que encontréis a alguien que se sienta más de Gavà que yo; así que -recomendación personal- en este u otro contexto, desconfiad siempre de la pregunta del DNI. En resumen, si me permitís una cierta laxitud en la adopción de vecinos colindantes de Viladecans o Castelldefels para esquivar discusiones enquistadas sobre la procedencia de uno u otro, el que sigue podría ser un CF Gavà con denominación de origen.

Tomamos como punto de partido a "nuestro" jugador más representativo. Recientemente hemos vivido la retirada de Víctor Valdés, “la pantera de L’Hospitalet” (sic). Víctor, cuyo abuelo ya ejercía de taxista en Gavà y que debió llegar a este pueblo más o menos cuando el mío, nunca llegó a jugar -que se sepa- en las categorías inferiores de nuestro club (sí lo hizo su hermano “Ricky” Valdés), aunque pasó aquí sus primeros años de infancia antes de mudarse a Sant Esteve Sesrovires primero y Canarias después. Pese a que Víctor volvió a Gavà (quién no conoce su casabarco) o a que su sobrino juega en la EF Gavà, la verdad es que nunca se ha vinculado con el club, e incluso cuando el Ayuntamiento le ofreció un homenaje por la consecución del Mundial de Futbol creo recordar que nadie representaba al club a nivel institucional. Por La Bòbila lo hemos visto un par de veces, pero siempre sobre el césped y defendiendo los intereses del Barça C, Barça B, o del Barça de Rijkaard.

Desconozco el motivo, si es por el tan cacareado carácter especial del jugador, o porque desde el club nunca se hizo un gesto de acercamiento. En sus éxitos o en su despedida, su figura ha pasado siempre inadvertida para el CF Gavà. Una pena, porque a lo largo de la historia la figura del jugador de Gavà profundamente vinculado al club pese a jugar en Barça (Sígfrid Gràcia), Madrid (Joaquín Navarro), o Espanyol (Agustín Faura) había sido una gran ayuda al club, a todos los niveles. Sin ir más lejos los partidos de fiesta mayor, en los que era tradición que un Gavà reforzado por estos jugadores (y amigos suyos de primera división) se enfrentara a clubes (en especial el Barça) o selecciones de jugadores de relumbrón, una idea que sirve de punto de partida también para confeccionar un “all-star” como el que os presentamos.



Retirado, pero seguro que aún en buena forma, bajo palos tendríamos a Víctor Valdés, el jugador de Gavà con más partidos en 1ªDivisión de la historia. En defensa el polivalente Dani Sánchez, que no tuvo éxito en su periplo por el primer equipo del Gavà (entonces en 2ªB) pero que se ha significado como un jugador contrastadísimo en 3ªDivisión, brillando en la Montañesa o actualmente el Terrassa; Martín Montoya (que sí, de Gavà pero que de pequeño se mudó a Albarrosa), que tras su paso por Gavà, Barça, Inter de Milán, Betis o Valencia es el único que milita en 1ªDivisión, el capitán Joan Castillo, el más veterano de todos (de mi quinta) y con dos etapas en el primer equipo del club, y la proyección de Pedrosa en el lateral izquierdo, jugador de Castelldefels que ha hecho siempre vida en Gavà (estudiar, jugar a futbol, y negocio familiar), y que se estrenó recientemente con el primer equipo del Espanyol en Copa Catalunya.

Para el mediocampo seleccionamos el talento de Adri Gimeno, que tras pasar por EF Gavà, Atlético de Madrid y Gavà ahora dirige el centro del campo del filial del Nàstic de Tarragona, la clarividencia en la distribución desde la simplicidad de Joan Inés (Castelldefels), formado en la EF Gavà, Barça y Damm, y el emigrante Carlos Gil, integrante de aquella generación mágica de la EF Gavà con Dani Iglesias y Edgar Hernández, que tras destacar en el Cornellà juega en la 3ªDivisión aragonesa con el Caspe.

Arriba un tridente que daría miedo, con David Jiménez (Europa) -que es quién suma más partidos con el primer equipo del CF Gavà de este once-, Edgar Hernández (Reus) en la punta de ataque, y el viladecanense formado en la EF Gavà, Cornellà, y Real Madrid, Sergio Aguza (Córdoba) con libertad de movimientos por el flanco izquierdo.

En el banquillo situaríamos a jugadores que militan en 1ªCatalana como Alberto (Sants), Julián Muñoz y Masuet (Uni Bellvitge) como representantes de la brillante generación del 93’ que consiguió el ascenso a la División de Honor Juvenil, o la no menos destacada hornada del 95’ con el exEspanyol Robert Ferrer y el hombre del milagroso gol de la permanencia Fran Orellana (ambos ahora en el Vista Alegre) o Ferri, destapándose ahora en el Viladecans tras pasar por Prat, Masnou y Santfeliuenc. Si ampliamos el espectro para aquellos que viven y trabajan en Gavà (además de hijo de exjugador del Gavà) tendríamos también a Albert Cazorla, capitán del equipo que consiguió el ascenso a 2ªB y que ahora milita en la Montañesa.

Y todo esto teniendo solo en cuenta a los jugadores del pueblo y obviando a otros ex ilustres del futbol base como Luca Ferrone (Leioa), Campu (Madrid Castilla), Juanito y Alegre (Castelldefels), Pacheco y Josele (Santfeliuenc), Uri (Europa), Rubi y Juanlu (Santboià), Dani Hernández (Pobla Mafumet), David Acedo (Vilafranca), Adrià Piñol (PªDeportiva Santa Eulalia), Ricard Pujol (Cornellà), Kilian Villaverde (Granollers) y un largo etc.

En futbol base Gavà también está representada al más alto nivel con Jandro Orellana (Barça Juvenil), Gerard González (U.Bellvitge Juvenil División Honor), Pol Arnaldos (Mahón Juvenil), Miguel Fernández (Cornellà Juvenil), Carles Aliberch (Valencia Cadete), Álvaro Martí (Espanyol Cadete)…

Parece difícil, casi imposible escuchando el Marcador de Radio Gavà del pasado lunes, que alguno de ellos llegue a tener la oportunidad de ("o vuelva a") defender el club de nuestro pueblo ahora que es prácticamente centenario, por lo que es inevitable escribir estas líneas desde la nostalgia y el compungimiento. Si fracasan todos los intentos para mantenerlo vivo, que al menos nuestra historia viva para siempre.

lunes, 9 de abril de 2018

Pasado, presente y futuro, una opinión


El Gavà perdió ayer domingo la tercera división después de 24 temporadas compitiendo en categoría estatal (2ªB y 3ªDivisión). Esta temporada se cumplían 30 años de la última vez que el club descendió de 3ªDivisión, en aquella ocasión cayendo a la desaparecida Regional Preferente primero, y a 1ªRegional después. No fue hasta la temporada 94/95 y tras tres ascensos consecutivos (regional preferente - 1ªCatalana – 3ªDivisión) que el equipo recuperó la categoría, después de proclamarse campeón de 1ªCatalana en su única participación en la competición. Las categorías son anécdotas de una historia casi centenaria, lo realmente importante es que ésta siga escribiéndose.

 Foto: Àngel Garreta | ceeuropa.cat


El descenso ha sido la consecuencia lógica de un año presidido por la inestabilidad a todos los niveles. La marcha de Maniega fruto de la presión popular por el descenso administrativo a 3ªDivisión dejó al presunto inversor Hugo Grgona, un argentino que el verano anterior prometía llevar al club a 2ªA, al timón de un barco que ya nacía con una enorme vía de agua.

Se confeccionó una plantilla sin pies ni cabeza, prometiendo sueldos inasumibles cuando ni siquiera había dinero para inscribir al club en 3ªDivisión (suerte de la manga ancha de la Federación), desfilando hasta cinco entrenadores hasta la fecha por el banquillo (las causas de las salidas de dos de los cuáles, Mármol y Escudero, quedarán como dos de los episodios más bochornosos de nuestra historia), y prácticamente dos plantillas completas distintas. Que en septiembre unos socios implicados con el club (me sigo quitando el sombrero ante su valentía, que yo no tengo) se hicieran con las riendas del mismo posibilitó al menos que el Gavà acabe la temporada, aunque el final deportivo no haya sido el deseado.

En diciembre en la asamblea de socios con más explicaciones que yo recuerde (a nivel económico y a nivel deportivo, como el por qué de la presencia de ciertos jugadores sin nivel en la plantilla, la desaparición de Mario Barri, o la llegada de un secretario técnico extranjero que nunca se produjo) se explicó con cierto optimismo la situación del club, con la obligación y problemática de hacer frente a pagos inmediatos frente a Hacienda y Seguridad Social que permitieran fraccionar el resto y cobrar las subvenciones pendientes. La hoja de ruta planteada nunca se llevó a la práctica, con un cisma en la nueva directiva -presidida por el segundo de Maniega, Vicenç Giménez- que acabó con la dimisión de algunos de ellos.

Hace 45 días se anunciaba la cesión de la gestión al Mercantil, en una operación que debía salvar al Gavà de sus graves problemas económicos. En Radio Gavà se dio la operación por cerrada al 95% pero muy probablemente esta semana se hará público que finalmente no habrá relación entre el Mercantil y el Gavà, ya sea porque la auditoría no ha emitido el necesario informe favorable para la conversión en SAD o porque el presunto inversor asiático se ha quedado en un cuento chino. Para hacer balance de estos 45 días habrá que esperar a oir a las dos partes, aunque en primera instancia indigna un poco que su primera “decisión” fuese despedir a Escudero, y que a día de hoy, mes y medio después, aún no se le haya pagado el finiquito (lo que ha comportado que Josu Julián no se haya podido sentar aún en el banquillo)

Relatados los hechos, dejo paso a una opinión sin ningún valor, la mía, y es que el papel (en este caso la web) todo lo aguanta. La situación deportiva puede ser mala, pero es lo de menos, lo importante es resucitar a un club ahogado por las deudas, las principales -que se sepa- ante Hacienda, Seguridad Social, y Escola de Futbol Gavà. Y desde la información que se nos ha suministrado al socio y aficionado, se albira que no va a ser sencillo. Podemos seguir esperando la llegada de salvadores cabalgando en un caballo alado, pero estando en 1ªCatalana aún me cuesta un poco más creer en ellos.

Urge reenfocar el club, y o mucho me equivoco o sin la ayuda del Ayuntamiento va a ser muy complicado. Y cuando digo ayuda me refiero a la económica, y no solo de palabra o reunión, pese a que creo firmemente que este no debería ser el papel de ningún consistorio. Quede claro que no hablo de ayudas millonarias como las aportadas por los consistorios de Huelva o Badalona en sus respectivas localidades, hablo de encontrar fórmulas para poder ayudar al club de forma efectiva, como la encontraron en L’Hospitalet de la socialista Núria Marín, o en Vilanova (vía fundación) para que el club cobre al menos las subvenciones que todos estos años no ha podido cobrar por no estar al corriente con las administraciones públicas y sea operativo. El Ayuntamiento no está al margen del club, y es que a nadie se le escapa que Maniega era un hombre del consistorio, consejero de la empresa municipal GTI -otro fiasco de gestión -, y con una dilatada trayectoria en el PSC de Gavà.

Desde el desconocimiento me planteo si no podría el Ayuntamiento por ejemplo avalar con una subvención (por las no cobradas en el pasado, por la del presente, o como un adelanto de las futuras) un préstamo de una entidad bancaria cualquiera con el que el club pudiera hacer frente a los pagos con las administraciones públicas y así desencallar las subvenciones pendientes de cobro. Y si esta vía no es posible seguro que hay muchas más fórmulas, sólo hay que tener la voluntad para ayudar a solucionar el problema de un club que durante los últimos 20 años ha significado muchísimo para dar a conocer la marca “Gavà” en España.

La otra pata que más cojea es la deuda con la EF Gavà fruto de la ruptura del contrato en diciembre de 2014. Desde la escuela se repitió por activa y por pasiva que no querían ningún mal para el club, que el problema era un Maniega… que ya no está. No hace falta decir que están en su derecho de hacer cumplir el acuerdo judicial al que se llegó porque el entonces presidente ni siquiera quiso ir a juicio, acordando pagar íntegramente pero en plazos -ya incumplidos los primeros- el coste de la ruptura unilateral del contrato, pero lo cierto es que el Gavà ni puede ni podrá pagar esos 100.000 € o más que les adeuda. Si el club no puede pagar y no tiene futbol base, y la EF Gavà no podrá cobrar y no tiene primer equipo, no podrían sentarse y tejer nuevas alianzas que redunden en positivo para las dos partes?

El resto de acreedores, entrenadores, jugadores, están en su legítimo derecho de reclamar lo que les pertenece, solo faltaba, aunque mucho me temo que sólo servirá para ahogar definitivamente el club, algo sin duda merecido por una gestión lamentable, pero que acabamos “pagando” los aficionados.
Si se encuentra una vía para seguir adelante, en lo deportivo será necesario un equipo barato, que de aire en el campo mientras el club intenta sobrevivir en lo económico, y para ello sólo se me ocurre tirar de gente de casa, gente que les haga ilusión defender esta camiseta. Jugadores de esas características en 1ªCatalana y 2ªCatalana existen sobradamente, y entrenadores -si Josu que llegó con el Mercantil no sigue- también, ya sean de la casa como Albert Poch, Eloy Martínez (Vista Alegre) o Serrano (Begues), o de la zona que conozcan la categoría como Raúl Paje (Viladecans) o Javi Gómez (Sant Ildefons).

Y si con mucho esfuerzo la directiva consigue llevar todo esto adelante hay que tener claro que subir de 1ªCatalana a 3ªDivisión no es tarea sencilla (un super equipo como el Santboià tardó 3 años en lograrlo), y que en cambio bajar a 2ªCatalana es relativamente sencillo, pues mientras solo sube uno directo y otro promociona, en función de los descensos compensados pueden bajar hasta 7 equipos.

Caer a 1ªCatalana puede ser la soga definitiva o una oportunidad para renacer, y en eso los aficionados también tendremos nuestra parte de culpa, si abandonamos al club a su suerte o si seguimos a su lado.


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