Gavà 4 - 1 Espanyol B

Un Gavà increíble no sólo se llevó los tres puntos ante el Espanyol en su ¡tercera victoria consecutiva!, sinó que se permitió el lujo de ganarle el gol-average a los periquitos (que aún aventajan a los blaugranas en 8 puntos, cuando sólo quedan 15 en juego) gracias a un trabajo impresionante de todo el equipo, elevado a la máxima expresión con una mano milagrosa de Marcos en el descuento, y con el doble acierto goleador de Sanou. Tras casi dos temporadas sin hacerlo, el burkinés por fin sonríe.

No ganó sólo sobre el campo el Gavà, sinó que los numerosos y ruidosos seguidores del Espanyol B se vieron también superados por un grupo más reducido de chavales gavanenses, que con su tambor y sus gritos de "Gavà, Gavà" o "Sanou, Sanou", acabaron conquistando la Bóbila. Los 5€ de entrada para los no socios hicieron que la grada presentara una muy buena imagen, y que no veía cuatro goles desde la victoria por 4-2 ante Osasuna B del 9 de noviembre de 2008.

Caperucho a los 4 segundos de partido ya avisaba de las intenciones locales, siendo su disparo detenido sin complicaciones por el guardameta perico Víctor Ibáñez. El Gavà llevaba el peso del partido, pero la velocidad de las puntas españolistas amenazaba con dar algún disgusto. El capitán Luismi tuvo la mejor para el Espanyol, pero su disparo se fue alto. La respuesta del Gavà no tardó en llegar, un centro desde la derecha lo remataba Céspedes entrando desde el segundo palo, y aunque lograba superar la estirada del guardameta, un defensa sacaba el balón bajo palos, el despeje caía en los pies de Javi González, cuya rosca la conectaba Céspedes de cabeza en un remate parabólico que volvía a superar al portero y esta vez sí, entraba por la escuadra de la portería visitante (1-0).

El partido parecía controlado en todo momento, y el Espanyol apenas puso en verdaderos aprietos a Marcos, muy seguro bajo palos. Una defensa expeditiva (no parece la misma que a principio de liga), Dani Guerrero imponiendo criterio en mediocampo, y Manteca incisivo arriba como siempre, fueron armas suficientes para mantener la ventaja hasta el descanso.

Mismos derroteros tras la reanudación. El Espanyol B, muy nervioso y alterado desde el inicio, no encontraba manera de crear problemas pese a que lo intentaba con una fuerte presión que los gavanenses eran capaces de superar. Un error entre los dos centrales visitantes dejaba a Quino sólo ante el portero, y el malagueño, con la templanza que le caracteriza, cruzaba el balón convirtiéndolo en inabastable para el guardameta logrando así el segundo de la matinal. Minutos después el capitán dejaba el terreno de juego tocado (arrastraba molestias desde la primera parte), y su lugar y protagonismo eran ocupados por Sanou.

El partido se ponía más de cara si cabe con la ingenua expulsión del aún juvenil Jordi Amat, que veía la amarilla tras cortar un contragolpe en mediocampo. Sin embargo, a partir de aquí los visitantes vivieron sus mejores momentos basándose casi exclusivamente en un único recurso: bombear balones al recientemente ingresado en el campo Enric Gallego, un jugador de gran envergadura que ganó la partida en varias ocasiones a la defensa, descolgando balones para la entrada de Gabri. Fruto de ello llegó el 2-1 que hizo temer lo peor.

El verdadero susto aún estaba por venir; el Espanyol ponía en práctica la jugada mencionada por enésima vez y un aguerrido Juan Carlos cometía penalti sobre Gabri cuando éste enfilaba sólo ante Marcos. Pocos repararon, incluido el árbitro, en que el linier mantenía el banderín en alto señalando fuera de juego previo. Una situación similar pero con distinto final se repetiría posteriormente en el otro área, cuando un corner era rematado por Sanou de cabeza, el balón se estrellaba en el palo y parecía traspasar la línea de gol. Mientras Sanou corría hacia el corner celebrando el tanto, y el linier esprintaba hacia el mediocampo, los jugadores del Espanyol seguían jugando con el beneplácito del árbitro, que tardó unos segundos en conceder el remate de Sanou como un merecido 3-1.

El partido estaba casi acabado, pero la única indecisión de la defensa gavanense casi la aprovechaba el Espanyol en el descuento para rescatar el golaverage entre los dos equipos. Una estirada tan inverosímil como característica del ágil Marcos salvaba los muebles, e instantes después una galopada desde la izquierda de Sanou, la finalizaba el propio delantero africano cruzando el balón al palo largo ante la salida del portero. Final, 4-1 y victoria que vale cuatro puntos.

Doble ración de Gavà la que nos espera esta semana, ya que el miércoles (20:30) se desplazará al Rico Pérez para rendir visita al Alicante, y el domingo recibirá al Villajoyosa en la Bóbila. Sean cuales sean los resultados, esta plantilla y cuerpo técnico se merecen un reconocimiento por continuar sin tirar la tolla frente a la adversidad.

Gavà: Marcos, Juan Carlos, Alfred, Socías, Javi González, Céspedes (Dani Iglesias 89'), Dani Guerrero, Quino (Sanou 67'), Serramitja, Manteca, Caperucho (Patri 77').

Espanyol B: Víctor Ibáñez, Aitor, Tito, Jordi Amat (TR 63'), Javi López, Juanjo Ciércoles, Gabri, Molina (Enric 67'), Álvaro Vázquez (Lucas Porcar 81'), Óscar Sielva, Luismi (Max 67').

Goles: 1-0 Céspedes (8'), 2-0 Quino (58'), 2-1 Gabri (73'), 3-1 Sanou (85'), 4-1 Sanou (93').