domingo, 11 de noviembre de 2018

Gavà 0 - 1 Lleida Esportiu B

El futbol como deporte de masas sostiene el análisis más sesudo y la sentencia más simple. Desgranar por qué el Gavà no gana (hoy increíblemente ni siquiera ha puntuado) seguramente podría tener múltiples explicaciones y matices, y a la vez resumirse en el axioma más básico: para ganar hay que marcar un gol más que el contrario. Y el Gavà no marca. Domina, tiene ocasiones y apenas concede, pero cuando remata asoman los miedos y se funden los plomos. Dicen que el futbol son estados de ánimo, pero en el Gavà sólo se hace patente cuando toca chutar a portería. 

El Lleida B fue un muro

El Gavà no se impuso en los momentos claves. Tuvo el partido en su mano al inicio del segundo tiempo y no lo aprovechó, pero cuando la expulsión de Quiles parecía dar un vuelco al encuentro asomó una segunda oportunidad. Por tercera vez esta temporada un jugador del Gavà le libró un duelo al arquero desde los 11 metros y malogró la oportunidad. Hoy fue Ruiz, antes Quiles y Joan Vázquez, todos ellos jugadores más que solventes desde el punto de penalti. Incluso para esta suerte hay intensos debates y el Big Data se abre camino, pero aquí soy más reacio a considerar que el peso más importante no recae en el convencimiento de quién chuta. Que el ánimo es a menudo más decisivo que la precisión, vaya, valga como muestra el penalti de Marcos en Tàrrega.

Adri Moreno fue novedad en el once

Serrano disponía hoy un once con una camiseta de apoyo a Marc González -operado esta semana- y dos novedades, el regreso de Marcos y de Adri Moreno, que no era titular desde el 15 de septiembre. La puesta en escena fue buena, con un Gavà ávido de agradar que en el minuto 3 ya había reclamado un penalti sobre Junior y gozado de una gran ocasión de gol, con un centro de Adrián Pérez que Joan Vázquez ha cabeceado cruzado, a sólo unos centrímetros de romper el maleficio y desabrochar el corsé que atenaza al equipo. Pese a que la pelota era gavanense hubo que esperar hasta el cuarto de hora para que un tuya-mía entre Junior y Robert volviese a crear peligro, aunque fuese en un rechace sobre el cuerpo de Robert al que Víctor respondió con reflejos.

Quiles hacía estragos por banda izquierda, pero en el penúltimo paso ni él ni Adrián Pérez acertaban a enviar el pase de la muerte. Tampoco las rupturas de Joan Vázquez tenían final feliz, ahogadas en la buena reacción del portero visitante pese a la clarividencia de los balones interiores de Odilo. La propuesta del Lleida jugando desde atrás le dio más réditos defensivos que en ataque (sólo Gené inquietó en alguna acción individual), pues a base de tocar en campo propio desactivó el ataque azulgrana hasta el paso por vestuarios. 

Quiles fue factor diferencial en la primera parte pero acabó expulsado

El Gavà salió en la segunda parte decidido a sentenciar por la vía rápida, y ésta vez sí logró darle continuidad a su juego de ataque, sin darle descanso a una defensa del Lleida que parecía cada vez más superada. Las más claras llegaron seguidas, cuando Marc Martínez y Quiles se estorbaron en un remate librado en el segundo palo (56'), Junior desde la frontal de la pequeña y con el portero vencido le chutó al cuerpo (57'), y un disparo de Joan Vázquez tras una cesión atrás de Junior topó con el cuerpo de Adri Martínez (58'). Era el momento de cobrar ventaja, pero pasó.

Joan Vázquez gozó de tres buenas ocasiones inaugurar el marcador

Desde el banquillo se intentaron aportar más alternativas en ataque con la entrada de Ruiz por Marcos, y más tarde con un lateral más profundo, Rubén por Marc Martínez (normalmente central y hoy lateral). El dominio siguió siendo azulgrana, pero se perdió presencia en el área. Con todo la única aportación en ataque del Lleida B fue una inocente falta en la frontal que Kilian atajó en dos tiempos. En el 73' otro momento clave, disparo desde fuera del área que Joan Vázquez desvía de tacón pero no lo suficiente como para despistar a Víctor, y a renglón seguido expulsión de Quiles por evitar un saque rápido casi a la altura del área visitante.

Rubén entró hoy desde el banquillo


Jugando con superioridad numérica el Lleida B (que durante unos minutos incluso jugó contra 9) vio claro que era su momento y se fue al ataque. Espi fue rápido a tierra para evitar un remate de Gené, y Pau García remató un corner por encima del larguero... pero cuando el Gavà parecía noqueado apareció Junior para robar un balón, internarse en el área y ser objeto de un claro penalti que le dejó cojo y sin bota. Ruiz asumió la responsabilidad del lanzamiento pero suspendió en la ejecución; buscando la escuadra la pelota se perdió por encima del larguero (83'). Otro momento clave desperdiciado que el Lleida exprimió a su favor en la jugada siguiente, cuando una jugada de rebotes -similar a la que en el primer tiempo atajó Víctor- pasó por encima de Kilian y se introdujo en la portería gavanense (0-1). De liberarse por fin del peso que arrastra (con el acicate de hacerlo además jugando con 10) a la más dura condena.

No soy partidario de hablar del futbol en términos de injusticia, no sólo porque es complicado establecer los parámetros que definen la justicia en el fútbol, si no porque ese componente de injusticia subjetiva que permite que cualquiera pueda ganar un partido es también lo que hace atractivo este deporte. Ahora, convendremos todos que cruel el fútbol lo es un rato.

El Gavà jugó durante varios minutos con 9 por el golpe recibido por Espi.

En el (poco) tiempo que quedaba Serrano movió el banquillo buscando remover fundamentalmente los ánimos, pero ninguno de los balones colgados encontró rematador, y apenas Odilo consiguió rematar en el descuento con un chut raso e inofensivo. 

Gavà: Kilian, Marc Martínez (Rubén 66'), Espi (Jony 85'), Odilo, Adrián Pérez (Musa 85'), Marcos López (Ruiz 60'), Joan Vázquez, Robert Ferrer, Adri Moreno (Sergio López 70'), Junior, Quiles (TR 73').

Lleida Esportiu B: Víctor, Adri Martínez, Beamud, Ramón (Vila 46'), Pau García, Cheng, Joanet, Angerri (Cosi 70'), Soldevila (Lamin 85'), Iker (Berni 87'), Gené.

Gol: 0-1 Iker (83').

Pese a que la situación de esta temporada es diametralmente opuesta en los síntomas y el diagnóstico a la pasada, el resultado es el mismo. La receta del pasado año pasó por el cambio de entrenador (hasta 4 diferentes), con nefastos resultados, veremos qué camino se sigue en la presente.

A la habitual ausencia de gol el Gavà sumará para la semana próxima las de Quiles y Marcos, que no podrán estar por sanción ante el Igualada. 

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