El club perfecto

Esta mañana leía una serie de tuits de un seguidor del Sabadell, Miguel Ángel Rodríguez, sobre lo que él consideraba el club perfecto. Miguel Ángel es un aficionado especial, toda una referencia en las estadísticas históricas del club arlequinado (http://lavidaenarlequinado.blogspot.com.es/), una entidad que ahora mismo juega en 2ªDivisión y cuyo máximo accionista es Keisuke Sakamoto, un empresario japonés que llegaba a la presidencia con la intención de llevar al equipo a 1ªDivisión en julio de 2013. 

Sin entrar a valorar la situación actual del Sabadell, debo decir que comparto su visión de club. Con los años en mi ideario la categoría ha dejado de ser lo más importante, he disfrutado tanto subiendo a 2ªB como evitando bajar a 1ªCatalana. Mi pasión la mueve el club. Preservar su identidad, saber quién eres y de donde vienes. Zambulliéndome en la historia he vibrado tanto o más con los derbis contra el Viladecans en 1930 que con las visitas a La Condomina o El Plantío en los noventa. Eso no quiere decir, evidentemente, que me de igual bajar que subir, y soy consciente de que la mía es una visión compartida por pocos.

El Gavà ha sido prácticamente siempre un equipo que se nutría de los jugadores del pueblo y alrededores. De hecho a unos cuantos, de diferentes generaciones, aún podemos verlos hoy en día como aficionados en una Bóbila cada vez más vacía. Las penurias económicas no son novedad, más bien han sido una constante a lo largo de la historia, y han tenido solución en socios y empresarios vinculados de una forma u otra al club. Pocas veces ha vivido de lo que podía generar, y eso aunque la realidad es dificil de asumir, es un error.

En 1991 nació un Gavà diferente. El binomio Juan Ródenas - Toni Llebaría llevó al Gavà a sus momentos de mayor gloria deportiva. Cogieron al equipo en 1ªRegional y encadenaron 4 años consecutivos de ascensos, siempre con un equipo apto para jugar en una categoría superior, el Gavà se plantó en 3ªDivisión, y una decisión administrativa posibilitó el salto a 2ªB. El club se siguió gestionando de una forma "amateur", con gente de casa poniendo tiempo y dinero en los despachos, pero con un vestuario cada vez más alejado de la ciudad. El resto de clubs locales acabaron siendo "absorbidos/devorados" por un flamante CF Gavà que sorprendía en la 2ªB.

Si hasta entonces la cantera había casi desaparecido, aquí se vaporizó. El nivel del futbol base en ese momento dificilmente podía “producir” un jugador para 2ªB, tampoco había tiempo ni probablemente ganas. Llegaron jugadores de todos los puntos de España, algunos hicieron historia en el club, a otros muy pocos los recordarán. Los socios se incrementaron exponencialmente y también las nóminas, el Gavà cogió fama de buen pagador  y sembró antipatías en su entorno futbolístco. El equipo alternó ascensos y descensos, al tiempo que perdía masa social una vez superado el boom inicial de la 2ªB (llegó a estar por encima de los 2.000 socios).

En 2006 el Gavà firmó un acuerdo de colaboración con la EF Gavà por el cuál cedía todo su futbol base a cambio de una contraprestación económica anual. En aquel momento ambas entidades tenían un nivel parejo, y si la junta actual no nos ha engañado, se vendió el fútbol base porque la gestión era tan deficiente que se perdía dinero con él. Pese al error que a mi juicio fue "vender" el fútbol base (y repito, un error no se subsana con otro error como el actual), a nivel futbolístico los resultados son irreprochables.

Las vacas flacas y aquella frase tan odiosamente utilizada “vivir por encima de tus posibilidades” se hicieron vox populi, y el club se metió en unos pagos inasumibles. Ródenas se había marchado y quedaba su delfín Maniega (del que en la siguiente Asamblea de socios renegó) previo paso por las urnas. El Ayuntamiento, principal “sponsor” del club, desapareció del mapa. Valga como ejemplo GTI, la empresa municipal que patrocinó al Gavà y que “explotó” con la burbuja inmobiliaria. Los trabajadores/consejeros fueron reabsorbidos por el ayuntamiento (adivinad quién era un de ellos), y ya sabéis quien suele pagar esas facturas. En 2013 el consistorio pidió un préstamo a CaixaBank para realizar una ampliación de capital que tras 3 años de carencia en breve deberá comenzar a pagar. Dejemos el asunto, alejado de lo futbolístico, en que más vale que por el bien de todos Can Ribes salga bien.

Retomando el tema y en conclusión, se acabaron los años de bonanza. Ante el vacío, López Adán (exjugador en los 80 y “propietario” de la próspera a todos los niveles EF Gavà) se hizo cargo del club económica y deportivamente, evitando la desaparición, aunque cueste asimilar su figura con la de un “salvador”, ya que para muchos prima que la EF Gavà y Bemiser son su negocio. Eso sí, algunos que ahora creen que deciden en el club, entonces iban dando de baja el carnet. El Gavà revirtió en su forma original, sin dinero y con jugadores de casa cobrando (de vez en cuando) miseria y compañía, pero aún y así, manteniendo la categoría, algo que, no nos engañemos, no vende de cara al espectador, siempre ávido de ilusiones a las que agarrarse.

Esta es la historia que más o menos nos han permitido conocer, está falta de detalles, matices e intrahistorias. Porque… qué han tenido en común todos estos años? La importancia insignificante del socio, el cuidado del cuál añadiría a la definición de "club perfecto" de Miguel Ángel. Desgraciadamente a la vista está que eso no va a cambiar en absoluto, más bien al contrario.

El club –o lo que queda de él- camina ahora hacia no se sabe donde, preocupado de crear un futbol base nuevo (o comprar el Gavà Mar, resulta que empezar de cero no era tan fácil) que vista una determinada marca de ropa y con las ya clásicas promesas engañabobos de “en tantos años, en Segunda”. Desconfiad, suelen venir de quién no tiene ni idea de lo que es de verdad el deporte. Un dia repasaremos el “know how” del pseudoinversor fugaz, que de ejemplos en el futbol catalán vamos más que servidos.

Cantera y ciudad, dinero y categorías, realidades y fantasías… Si queréis estáis invitados a compartir  en los comentarios qué es lo que valoráis más en un club; cuál es vuestro “club perfecto”.