Quino, el adiós de un mito

 

Con la marcha de la 2ªB se va también (porque no cuentan con él, según declara él mismo en la edición de hoy de El Punt) uno de los emblemas del Gavà en esta categoría. Quino llegó al club en 1995 para relanzar a un equipo al que le había costado asumir el súbito ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. Llegaba de la mano de Toni Llebaría tras una mala experiencia en el Cádiz acompañado por Pino y Ortiz, y en pocas semanas los tres se ganaron el cariño de la afición y el reconocimiento de la prensa, que los apodó como “Los Beatles de Cádiz”. Su contribución (22 partidos – 14 goles) resultaría clave para mantener la categoría. De eso hace casi 15 años.

Un año después de su llegada, y a media temporada, una oferta del Málaga, el equipo de su tierra, hizo que el jugador forzara su marcha pese a la negativa inicial del entonces presidente Juan Ródenas a dejarlo ir. Quino alegó que no podían retenerlo contra su voluntad y el presidente acabó cediendo. Málaga, Huelva, Badajoz y ¡Escocia!, fueron sus siguientes paradas, hasta que en 2003, y gracias a los vínculos personales que le unen a nuestra tierra y a una tentadora oferta, acabó regresando a Gavà pese a que el equipo, como ahora, acababa de descender a 3ªDivisión.

Desde 2003, sólo dos circunstancias le apartaron del terreno de juego de la Bóbila: las lesiones y un inoportuno fichaje por el Horta de Sant Joan de la 2ªRegional catalana (el equipo del pueblo de su madre) para jugar una promoción de ascenso que por ¿desconocimiento? del reglamento federativo (pese a que el Gavà ya había sufrido una situación parecida con José Antonio Vera en 1995) le tuvo media temporada sin poder alinearse.

Calidad técnica, sacrificio, entrega, profesionalidad y, si me lo permiten, unos controles de balón sólo al alcance de unos pocos, definen a un ejemplo, a un santo y seña que debería haber seguido siéndolo hasta que él quisiera, independientemente de su edad o salario. En estos tiempos en los que los equipos grandes absorben casi toda la masa de aficionados de la “periferia”, los futbolistas que logran identificar a un aficionado con el equipo de su pueblo son un lujo muy escaso.

Las personas pasan, en nuestro caso muchas y muy importantes en los últimos años, y aunque el club sigue, y debe seguir, a veces los sentimientos deberían pesar más que cualquier argumentación lógica.

Gracias por todo, Quino; ni nosotros ni la historia del C.F.Gavà te olvidaremos.