martes, 13 de enero de 2015

Cuando criticar no era destruir

Se que a muchos socios lo que os importa básicamente es ver al equipo ganar cada domingo, y lo demás, peleítas internas, proyectos, intereses de aquí y allá, etc, es un poquito cansino. Lo entiendo, y en un futuro confío en que el fútbol haga el blog más ligero, pero de momento y aunque seguramente esta historia que os voy a contar no os va a interesar mucho, si tenéis un ratito echadle un vistazo. 

Cuenta la leyenda que en un tiempo muy lejano, en el CF Gavà las críticas constructivas había quien las consideraba legítimas. Eran tiempos de bonanza, los nubarrones de las deudas no habían hecho aún mella en una soleada e imparable trayectoria deportiva, y el equipo transitaba con fuerza camino a la 2ªA.

Era un momento tan especial que se produjo una circunstancia única. Por primera vez en su historia dos candidatos optaban a la presidencia del CF Gavà, la sucesión del histórico Juan Ródenas en la “corona” gavanense estaba en juego y la podrían decidir los socios en unas elecciones. Las primeras de la larga vida del CF Gavà.

Las crónicas del momento señalaban a Manuel Maniega como máximo aspirante al trono, pues pese a su reciente filiación con el club ocupaba ya el puesto de vicepresidente, lo que sumado a su relación con el Ayuntamiento, le señalaba como el favorito del presidente saliente y gran parte de la masa social. Lluís Santos era su rival en las urnas, y partía en situación de desventaja respecto a su oponente, sólo era un socio más después de que en 2003 abandonara la junta directiva por desavenencias con la forma de llevar el club de Juan Ródenas.

Un par de días antes de las elecciones Lluís Santos se presentaba en el diario Sport como un socio crítico con la gestión de la directiva. Cuentan los más longevos que a él nadie le tildó de “destructor”, ni le presionó para que cambiara su forma de expresarse, ni mucho menos le planteó la posibilidad de emprender acciones legales en su contra.

En aquel diario, Maniega y Lluís Santos respondían a un mismo cuestionario sobre el futuro del CF Gavà. Lo podéis leer aquí:

Diario Sport del dia 22 de Febrero de 2008

Lluís Santos era presentado como la “ruptura total”, un socio crítico con la junta que ahora llegaba cargado de ilusión. Entre sus proyectos estaba el de establecer un director deportivo, figura entonces inexistente y que ahora acaban de eliminar por considerarla innecesaria. Propugnaba normalizar la situación de los padres del fútbol base con los mismos derechos que todos los socios (aunque ahora si piden dimisiones son solo “los padres del fútbol base”) para llegar a 1.000 socios. En aquel momento era un firme defensor del convenio con la EF Gavà y quería que los frutos se vieran en el primer equipo (desde luego eso con los años se ha cumplido con creces). Por último valoraba la labor de Juan Ródenas aunque recalcaba su disconformidad con la gestión.

Hoy dejaremos de lado las respuestas del candidato Maniega, porque es justo decir para evitar equívocos que aunque durante estos 6 años me he mostrado más o menos crítico con su gestión y he recibido por parte del club alguna solicitud para suavizar el tono o “maquillar” algunas informaciones (cosa que he hecho si he considerado que la petición era razonable), no ha sido nunca de forma directa el presidente Maniega quién se ha “metido” con lo que escribo. Obviaremos en esto el desafortunado comunicado de hace unas semanas en el que se me acusaba de ofrecer informaciones malintencionadas por tener intereses en el asunto, que cae por su propio peso.

Sigamos con la historia que nos ocupa. El domingo siguiente Manuel Maniega se ponía la "corona" de nuevo presidente con una abrumadora mayoría en las urnas (195 votos vs 32), y pese a la derrota Lluís Santos anunciaba textualmente ante la prensa que “La oposición es sana y necesaria” y que volvería a presentarse cuatro años después. Sin embargo, pasado un tiempo dejaría de ser socio del CF Gavà.

En septiembre de 2009, L’Eramprunyà publicaba una entrevista con él (de la que nos hacíamos eco en el blog), en la que reafirmaba su apuesta de club basado en el fútbol base (recordemos que en 2008 pedía reforzar el acuerdo con la EF Gavà y no creo que fuera porque tuviera intereses ocultos en ello) y tildaba el giro del club hacia la cantera como incoherente porque Maniega nunca había creído en ese modelo. Además decía que aquel que achacara a la crisis económica la situación del Gavà nos quería engañar, que el causante era el modelo adoptado por Ródenas primero y Maniega después, tachando además a toda la junta como irresponsable. Señalaba los socios (a los que ahora ni informa ni consulta antes de tomar decisiones trascendentales), y el fútbol base (500 niños que defienden cada fin de semana el escudo del Gavà como suyo y a los que en septiembre sustituirá por un fútbol base nuevo) como los activos más importantes del club.

Entrevista publicada en el número 72 de L'Eramprunyà

I vet aquí un gos, vet aquí un gat, pasaron las temporadas y en 2012 algunos socios recibían comunicación de la convocatoria de nuevas elecciones. Lluís Santos, que en 2008 anunció que se presentaría en 2012, y que volvía a ser socio desde 2011 le confesó a Havok que él fue de los que no recibió comunicación alguna. Ante la no concurrencia de ninguna candidatura Maniega mantuvo la "corona" sin ser refrendado en las urnas por los socios.

Había pasado el tiempo, la gente cambia y la vida hace extraños compañeros de viaje. En 2013, no está muy claro quién le hizo la petición a quién, pero el caso es que Lluís Santos entraba a trabajar codo con codo con su hasta entonces siempre criticado Manuel Maniega. El crítico se había hecho con un puesto en la directiva, nada menos que como vicepresidente, y no dudo de que para intentar hacer un Gavà mejor. Sin embargo, con él, el CF Gavà ha tomado un rumbo muy diferente al que marcaba su crítica. 

Ahora supongo que ya no es fiel seguidor del blog ni me anima a seguir en la misma línea. Ahora la crítica, más numerosa que entonces, la observa desde otro lugar, uno en el que la oposición ya no  debe parecerle sana y necesaria. Ahora, la crítica es destrucción.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lluis, quins temps aquells!, t' en recordes?..erem joves, ingenus, creiem en la llibertat d' expresió, somiavem amb un Gava nou, lluny de la caspa, dels Gavanencs, nostre, dels nens i les families...qui t' ha vist...

Anónimo dijo...

Una vez mas....y van .....SENSACIONAL HAVOK

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Joan Canals dijo...

Sensaciomnal artículo, una vez más, das en el clavo, destapando las miserias y recordándoles a estos dos personajes que NO todo vale. La persona que introdujo a Lluis Santos en esta última etapa, no fue otro que Ramón López Adán, pensando con buen criterio que un "Sr" ( que no lo es) que decía querer al Club podría ser útil y beneficioso para el Club. Paradojas de la vida, al igual que en muchos capítulos de la historia, el "beneficiado" apuñala por la espalda y a traición al "benefactor". Lo que no acabo de entender es si realmente Maniega confía en Santos ( ya que siempre han mostrado una antipatía pública y notoria) o simplemente es un instrumento mas para alcanzar el fin deseado de Maniega, la liquidación de su crédito y la ocupación laboral de su hijo.

Anónimo dijo...
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