En la última década el CF Gavà ha perdido categorías, masa social y también prestigio. Esta temporada parecía que iba a ser diferente, pero el decorado que ilusionaba a prinpicio de temporada se desmoronó como un castillo de naipes cuando prácticamente apenas había empezado la función, ahondando en la espiral deflacionista en la que vive anclado el Gavà.
Sin la actual directiva el Gavà seguramente ya no existiría, pero puestos a sobrevivir sería deseable una transformación que vaya más allá del tradicional relevo de vestuario al que venimos asistiendo año tras año, y que esta temporada ha sido un continuo ir y venir de jugadores, muchos -como han venido declarando en Radio Gavà desde el mismo seno del equipo- sin la implicación y compromiso suficientes. El Gavà necesita un impulso que permita un proyecto a más largo plazo que un año -o un trimestre-, que sí, que persiga ascensos, pero sobretodo que se centre en hacer las cosas bien desde los cimientos. No es nada fácil y hay pocas manos y limitados recursos, pero a nadie le gustaría que se repitiera la imagen de este año.
El próximo diciembre o enero finaliza el mandato actual, y es una incógnita si habrá desde la directiva el deseo y el tiempo (ahora que Iván Carrillo es también presidente de la fundación de la FCF) para continuar al frente del club, o si en su defecto aparecerá alguien con la capacidad y la dedicación suficientes para coger las riendas del CF Gavà. No parece sencillo. Son cuestiones a corto-medio plazo que desde luego preocupan a la pequeña masa social de un club centenario acostumbrado a caminar por el filo del alambre durante casi toda su larga trayectoria vital.
Esta temporada el Gavà mantuvo la 2ªCatalana, pero en la práctica jugará el curso que viene en un nivel más bajo dentro de la pirámide del futbol español debido a la creación de ese invento de la FCF que han llamado Superlliga y que en el fondo viene a ocupar el lugar que en su día fue la 1ªCatalana, dejando la 1ªCatalana como una antigua Regional Preferente, y la 2ªCatalana como la 1ªRegional de antaño. Los azulgranas, como todos los equipos que han conseguido la permanencia, estarán el año que viene en el 8º nivel del futbol español (debido a la disociación de la 2ªB en 1ªRFEF y 2ªRFEF) y en el 4º catalán.
La historia parece últimamente una pesada mochila, pero bien entendida no debe ser una carga, más bien lo contrario. Todo el mundo, propio y ajeno, recuerda ese Gavà de 2ªB que no hace tanto tiempo paseaba el nombre de la ciudad por todos los campos de España, lo que hace que pelear por seguir en 2ªCatalana a muchos les parezca una deshonra. No es eso lo que nos dice nuestra historia, más bien al contrario, porque para brillar en lo más alto durante unos años el club peleó en lo más bajo durante mucho más tiempo, a veces por subir, a veces por no bajar, y a menudo simplemente por subsistir. Eso es lo que nos cuenta la historia de nuestro club, que va mucho más allá de los días de vino y rosas, y de la que debemos estar orgullosos.
Desde luego lo que ha acabado pasando no es lo que imáginabamos en septiembre. El Gavà parecía haber formado un equipo lo suficientemente competitivo como para luchar un ascenso la temporada en que más barato se ofrecía, pues de los tres ascensos (seguramente cuatro) del grupo 3 de 2ªCatalana pasaremos el año que viene muy probablemente a un único ascenso con posibilidad de promoción para el segundo, en una competición a dos únicas vueltas entre 18 equipos.
El Gavà, con un técnico experimentado en 2ªCatalana, David Chiri, mantuvo hasta 8 jugadores importantes de la temporada anterior en 1ªCatalana, reclutó jugadores de la zona con pasado en el fútbol base e incorporó jugadores de sobradas garantías para la categoría. En particular el dueto atacante Joel Paredes - Kyeremeh prometía ser una apisonadora. Todos estábamos convencidos de que la clasificación para la 2ªFase sería coser y cantar, y que la liga sería un mano a mano entre Sitges y Gavà. Nada más lejos de la realidad.
La pretemporada evidenció que la plantilla era corta de efectivos y ofreció un Gavà de contrastes, de ser capaz de ganar a dos primeras catalanas con autoridad, a caer goleado en casa por el Júpiter (que esta semana ha firmado el ascenso a 1ªCatalana), pero a fin de cuentas era pretemporada, con todo lo que ello comporta. El debut en liga fue épico, con una victoria en el descuento en un partido cargado de intensidad, ante el otro gran favorito a ascender, el Sitges (0-1). La mala noticia fue la grave lesión del central Joan Rubio, a quién ya no veríamos más, y que incidió en un problema que ya fue crucial la temporada anterior, la solidez defensiva.
Un hat-trick de Joel Paredes ante el Cabrils en un plácido primer partido en casa (4-0) ahondaba en el pensamiento que la temporada iba a ser un paseo, y el desplazamiento al campo del Espluguenc fue la primera en la frente (3-1). La expulsión de Kyeremeh en el 44' por un rifirrafe pudo servir de justificación para el resultado y de aviso a la vez, pero las aguas volvieron a su cauce con la goleada ante la Penya Jove por 5-1 en un partido en el Gavà ofreció muy buen futbol. A partir de aquí, el naufragio.
El Gavà perdió en campo del Santfeliuenc B (2-1) en un partido malo, en el que volvió a quedarse -esta vez injustamente- con 10, aunque cuando ya estaba abajo en el marcador. Los puntos serían del Gavà semanas después por alineación indebida, pero todo había saltado ya por los aires. La salida de David Chiri, en la que no entraremos porque cada uno susurra su versión y desde el club no salió nadie a dar la suya, dinamitó el vestuario. La semana siguiente uno de los esperpentos más grandes que se recuerdan, cuando el Gavà no se presentó a jugar en La Bòbila ante el Vista Alegre alegando enfermedad de la mayoría de sus jugadores aportando para ello unos justificantes médicos que la FCF desestimó, dando el partido por perdido (0-3). Aquel dia los seguidores del Gavà se toparon con la puerta de entrada a La Bòbila cerrada sin más explicación.
En este contexto se recurrió a Jorge Sánchez, técnico de confianza de la directiva, que se encontró como él mismo ha reconocido, un escenario mucho peor del que se podía imaginar. Salidas de jugadores importantes (en el campo y en el vestuario), desmotivación de la mayoría, falta de material, y por fortuna mucha suerte de aquellos que pese a que en un primer momento se plantearon marchar, antepusieron la supervivencia del club a sus deseos. Arnalot, Lebrero, Alís, Marru, Ortega, Rafa Moreno, Kyeremeh y Brayan fueron los únicos supervivientes de la pretemporada, sólo 8 de los 38 jugadores utilizados durante el curso lo completaron entero.
En el debut de Jorge Sánchez el Gavà se presentó ante la revelación Cubelles con sólo 14 jugadores disponibles, con el segundo técnico Albert Cervantes calzándose las botas de nuevo y el guardameta Pau López jugando los últimos minutos de delantero. Paradójicamente la imagen fue muy buena, pero no lo suficiente para sumar algún punto en un partido en el que el Gavà dio la cara y que no quedó sentenciado hasta el descuento (2-0). No veríamos tan buena imagen la semana siguiente, con la exhibición de Oriol Boada en La Bòbila (4 goles) que dejaba a Sitges, Cubelles y At.Vilafranca con todo a favor para ser los tres equipos que pasaran a la fase de ascenso. Una liga sensiblemente corta se iba a hacer muy larga.
Otra vuelta de tuerca más la semana siguiente, con el desplazamiento a Moja. Cortísimos de efectivos el Gavà salió por necesidad con cuatro nuevos fichajes en el once titular, jugadores que en su mayoría venían de estar inactivos (alguno durante bastante tiempo) y de los que tres no acabarían la temporada, pero que ayudaron a sumar un punto (0-0).
La plantilla era diferente cada semana, con continuas entradas y salidas. El dia del Sant Vicenç, otra vez con derrota en casa (1-2) vimos a un equipo desesperado y el último partido del que había llegado de la mano de David Chiri como fichaje estrella, Joel Paredes. Con 7 goles en 8 partidos ha acabado siendo el pichichi del equipo. El panorama era desolador de cara a la segunda vuelta, que no podía empezar mejor. El Gavà firmó un auténtico partidazo en todas las facetas para remontar e imponerse al Sitges otra vez en el descuento y jugando un cuarto de hora con 9 jugadores (2-1).
Lo que debía ser un punto de inflexión se quedó en anécdota. La semana siguiente en Cabrils el Gavà jugó bien, pero no fue capaz de sumar (2-1), y entre debuts y más debuts, también cayó en casa ante el Espluguenc (0-2). El desplazamiento al campo de la Penya Jove parecía propicio para conseguir tres puntos, pero el gol inicial de Anás (según declaró Arnalot en Radio Gavà el único jugador que no se perdió un entrenamiento durante la temporada) lo igualó antes del descanso Facu con un chut desde su casa, y el equipo, sin confianza en sí mismo, era incapaz de responder (1-1).
Otra remontada ante el Santfeliuenc B dio algo de aire de cara al final (2-1), pero la derrota ante el Vista Alegre (3-0) con una hora de juego francamente mala, y la impotencia ante un Cubelles que ya no estaba en su mejor momento (0-2) dejaron al Gavà en una posición muy peligrosa. La derrota ante el At.Vilafranca (2-0) sin embargo dio pie a la esperanza por el "cómo", con una evidente mejora de un grupo que por fin comenzaba a estar más definido, pero que seguía sufriendo bajas.
Con Santfeliuenc B y Penya Jove por debajo de la clasificación el juego consistía en cuál era la mejor posición para afrontar con más tranquilidad la fase de permanencia. Un gol de Manzano dio los tres puntos ante el Moja en la penúltima jornada de liga, pero en una rocambolesca última jornada en la que el Gavà cayó por 2-1 ante el Sant Vicenç fue precisamente el Moja quién fue más hábil para quedar peor clasificado y tener más margen respecto al descenso (cosas de la FCF). El Gavà fue a parar al grupo más igualado de todos, con un Sant Ignasi que se resistió a vender su piel hasta el último día.
Para la segunda fase llegaron refuerzos de rendimiento desigual, pero vimos por fin otra cara del Gavà. Dowi fue la pieza perfecta para sustituir a la que faltaba precisamente desde su marcha en octubre de 2021, y contribuyó a ofrecer un Gavà mucho más fiable en defensa. En el debut ante el Sant Ignasi una victoria podría haber aplanado el camino, pero la rigurosa expulsión de Ortega en el minuto 21 de la primera parte hizo dar por bueno el 0-0 final, pues una derrota podría haber sido trágica.
Ante el Vista Alegre vimos a un buen Gavà, que gracias a Rafa y otra vez en el añadido, sumó 3 puntos importantísimos (2-1). Lo hizo además acabando con 11... pero recibiendo una expulsión con el partido ya terminado en un problema que se ha repetido demasiado esta temporada. Otro partido muy serio del Gavà, con exhibición de defender el área, dio los tres puntos ante la Unificació Bellvitge (0-1), pero el Sant Ignasi no aflojaba, y hubo que ir a su particular feudo a jugar toda una final. Un gol de Cala en la segunda parte compensó el encajado en la primera parte en un partido muy diferente a lo que estamos acostumbrados (1-1) y dejó al Gavà con todo a favor para conseguir la permanencia. No pudo ser en Vista Alegre, donde se jugó el peor partido de la segunda fase (2-1), pero sí lo fue finalmente en la jornada final con la victoria ante el Unificació Bellvitge (3-1).
En el apartado estadístico el Gavà acabó 8º la primera fase de la competición (de 11 equipos) con 23 puntos en 20 partidos de liga, con 7 victorias, 2 empates y 11 derrotas; y 2º en el grupo de permanencia, acabando la temporada con 34 puntos (10 victorias, 4 empates y 12 derrotas).
Individualmente el jugador más utilizado fue Arnalot, durante toda la fase final de liga único guardameta de la plantilla. Sólo se perdió 1 partido. El jugador de campo imprescindible fue Gerard Alís, uno de los jugadores que vino de la mano de David Chiri, que sumó 1.949 minutos de juego. Tras él, dos hombres de la casa, Marru y Ortega, que jugaron siempre que estuvieron disponibles, y el capitán Lebrero, que se perdió el tramo final a causa de una lesión. Les siguieron Xavi Grau (que sólo disputó la primera fase, fichando después por el Santboià), el andaluz Rafa Moreno, y el ghanés Kyeremeh, pese a perderse éste hasta 7 partidos por sanción. Completan los 11 jugadores más utilizados Néstor y Cala, llegados en el ecuador de la primera fase, y Chechu, que tuvo una presencia intermitente por motivos laborales.
El máximo goleador fue Joel Paredes con 7 tantos... todos marcados en los 4 primeros partidos de liga. Le siguió Kyeremeh con 6 goles, y el ghanés fue también el máximo asistente y el más amonestado (7 amarillas y 3 rojas). Alís fue el jugador que más partidos completos disputó (19), seguido de Marru (17), Xavi Grau (16) y Lebrero (16). El jugador número "12" fue Brayan, que participó en 18 partidos, entrando como suplente hasta en 12, y curiosamente ganándose la titularidad en el tramo final.
Una de las novedades más destacadas de esta temporada fue la creación del futbol base, una pieza básica sobretodo a nivel social y económico, pues a nivel deportivo dista mucho aún de poder surtir al primer equipo. Cuatro equipos concedió el Ayuntamiento -a última hora- en unas instalaciones ya sobreexplotadas: un juvenil, un cadete, un infantil, y un cadete femenino. El cadete masculino no llegó a salir, intentándose suplir su "plaza" por la de un Gavà B que jugara en 4ªCatalana, movimiento que fue abortado por el Ayuntamiento. Buena parte de los jugadores cadetes captados (insuficientes para formar un equipo) acabaron en el juvenil, que finalmente no tuvo el técnico anunciado en asamblea. Raúl Ibáñez, técnico también del infantil, tuvo que doblar, encargándose junto a Rubén Raya de los 3 equipos que han conformado el fútbol base esta temporada.
La temporada del juvenil no ha sido nada fácil. Con 8 jugadores cadetes en sus filas, 2 de ellos incluso de primer año y que se incorporaron en el tramo final de la temporada, no lo han tenido fácil para competir frente a jugadores 3 y 4 años mayores. El Gavà ha sido el último clasificado con sólo 4 puntos y algunas goleadas encajadas de escándalo. Mérito de los chavales y cuerpo técnico llegar hasta el final, y premio para Gaizka e Iván, que fueron convocados con el primer equipo para la última jornada de la primera fase, con el debut de Gaizka en los últimos minutos.
El equipo ha estado formado por Iván Gómez, Nicolás Walberto Márquez, Gaizka Ibáñez, Kevin Villaécija, José Cortés, Antonio Fernández (baja -Sala Tr3s FS), Iker Navarro (baja -Sporting Gavà), Tomás Barro, Wesley Barbosa, Pol Denche, Alejandro Teijeiro, Darío García, Daniel Gargallo, Misael Alexander Sánchez, Miguel Contreras (baja -CCR Castelldefels FS), Jesús Recio (baja -Vista Alegre), David Fillol, Erik Ibáñez, Iker Testa, Santiago Gutiérrez, Isidro Moreno, Steven Fornós, Diego Fernández y Pablo Foubard.
El cadete femenino, aún inmerso en la competición, está firmando un notable debut en el grupo 5 de futbol 7 femenino. Actualmente ocupan la 8ª posición con 40 puntos, 4 puntos por debajo del Hospitalet (7º) y 10 por encima Sant Andreu (9º). Gran trabajo de un equipo que se conoce muy bien, pues la mayoría procedían del infantil del Vista Alegre. El equipo ha estado formado por Noa Hernández, Claudia Martínez, Mireia López, Clotilde Gloria Nkolo, Lucía Núñez, Elsa Marín, Sofía Romero, María Torres, Irlanda Rodríguez, Eider Murillo, Valentina Terren, Joana Rico (46 goles), y la incorporación durante la liga de Ainhoa Raboso (Viladecans).
También es digno el papel del infantil en el grupo 52 de 2ªDivisión, que ha sumado de momento 29 puntos (9 victorias - 2 empates - 15 victorias). Actualmente se encuentra en el mejor momento de la temporada con 4 victorias, 1 empate y 1 derrota en los últimos 6 partidos. La plantilla la han integrado Alejandro García, Edgar Bermúdez, Joel Cemborain, Juan Antonio Heredia, Víctor Cañizares, Tiziano Fernández, Iker Parrilla, Asier Moreno, Mohamed Belcaid, Pol Alonso, Pol Fernández, Ibai Tejedor, Mounaim Ben Salah, Carlos Jens Duttenhofer, Erick Gustavo de Oliveira, Elián Montas, Antonio Sevillano, Jan Pérez, Nil Fernández y Aarón Cuenca.
Despedimos la temporada 2022/23 con incertidumbre, expectación, y tirando de tópico y rima asonante. No ha sido un gran año, pero mientras hay vida hay esperanza, y el fútbol siempre te da la revancha.